Antes de elegir cualquier equipo de protección personal (EPP), es fundamental conocer los riesgos reales a los que están expuestos los trabajadores. Un EPP mal seleccionado puede ser ineficaz y generar una falsa sensación de seguridad. En este artículo te enseñamos cómo identificar los riesgos en el lugar de trabajo y cómo seleccionar el equipo adecuado para cada situación.
- Evaluación de riesgos: el primer paso hacia la seguridad
La evaluación de riesgos consiste en identificar peligros, analizar su probabilidad y severidad, y aplicar medidas de control. Este proceso debe ser realizado por personal capacitado y actualizado regularmente. - Tipos de riesgos laborales más comunes:
• Físicos: ruidos fuertes, radiación, temperaturas extremas, caídas.
• Químicos: exposición a gases, vapores, líquidos o polvos peligrosos.
• Biológicos: bacterias, virus, hongos presentes en sectores como la salud o la agricultura.
• Ergonómicos: posturas forzadas, movimientos repetitivos, manipulación de cargas.
• Mecánicos: maquinaria sin protección, herramientas afiladas o en mal estado.
• Psicosociales: estrés laboral, acoso, jornadas extensas sin descanso adecuado. - Selección del EPP según el tipo de riesgo:
• Riesgo de caída de objetos: casco con certificación.
• Riesgo de salpicaduras químicas: gafas cerradas y guantes resistentes.
• Riesgo de inhalación de partículas o gases: respiradores con filtros específicos.
• Riesgo auditivo: protectores auditivos con atenuación adecuada al nivel de ruido.
• Riesgo de electrocución: guantes y botas dieléctricas. - Factores clave al seleccionar un EPP:
• Compatibilidad con otros equipos.
• Comodidad y ajuste adecuado.
• Normas y certificaciones (ANSI, NIOSH, CE, entre otras).
• Durabilidad y facilidad de mantenimiento.
• Capacitación para su uso correcto. - Importancia del acompañamiento profesional
Contar con asesores en seguridad industrial o con proveedores especializados ayuda a garantizar que el EPP sea el adecuado, cumpla las normativas vigentes y se use de forma correcta y eficiente.
Conclusión:
La seguridad empieza con el conocimiento. Identificar riesgos correctamente permite tomar decisiones informadas y proteger a los trabajadores de manera efectiva. Recuerda: un buen EPP solo es útil si es el correcto para el riesgo que se enfrenta.

